La fuga del día estuvo formada por cuatro corredores: Eugert Zhupa (Willier Triestina - Selle Italia), Andrea Vendrame (Androni - Sidermerc - Bottecchia), Laurent Didier y el campeón irlandés Ryan Mullen (los dos del Trek - Segafredo).
Estos fueron los grandes protagonistas del día y quienes pasaron en primer lugar los dos altos puntuables y los sprints, que, al no estar entre los primeros clasificados en dichas generales, no hicieron que estas clasificaciones sufrieran cambios. Sin embargo, el pelotón los mantenía controlados en todo momento, haciendo que la posibilidad de victoria fuese casi imposible. A unos 20km de meta, Andrea Vendrame, viéndose el más fuerte de la escapada, inicio la aventura en solitario, dejando a sus compañeros de fuga atrás.
Por detrás en el pelotón la marcha era tranquila aunque una caída en mitad de este a falta de 14km de meta creo cierto nerviosismo, partiéndolo por la mitad. Por culpa de esta caída, los líderes de la clasificación de montaña Enrico Barbin, de la regularidad Elia Viviani y de los jóvenes Maximilian Schachmann quedaron cortados, además de Domenico Pozzovivo. Sin embargo, estos dos últimos consiguieron reintegrarse en el pelotón.
Antes de que iniciasen los primeros ataques buscando la victoria, Miguel Ángel López se fue al suelo a falta de 5km, haciendo que perdiese un valioso tiempo en línea de meta (43''). Ya en el grupo cabecero, tras neutralizar a Vendrame, fue el ganador de ayer Tim Wellens el primero en imponer su ritmo. Al final, tras abrir un hueco con Giovanni Visconti, fue Enrico Battaglin quien alzó los brazos en meta (tercera victoria en el Giro tras las logradas en 2013 y 2014), seguido por Visconti (segundo) y Jose Gonçalves (tercero).
Respecto a la clasificación general, el único que perdió un tiempo significativo fue "Superman" López, y aunque vimos a Froome con problemas, no cedió ningún segundo. Por lo que Rohan Dennis seguirá vestido de rosa.
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